martes, 18 de agosto de 2009

Nuestra genética


El ACGT de los mexicanos
Por: Héctor Ramos

El Instituto Nacional de Medicina Genómica tiene la herramienta base que permitirá combatir las enfermedades más comunes que aquejan a los mexicanos. Optimizar los beneficios que aporta este conocimiento dependerá del apoyo e interés del presente y futuros Gobiernos.

Manejas tu auto en una carretera llena de niebla con la consigna de ir para adelante. El panorama es incierto y no ves el hoyo que rompe el neumático. El siniestro podría haberse evitado con la existencia de un mapa en el que se detallara con precisión cada una de las imperfecciones del camino: con la salud sucede lo mismo.
A un lustro de haberse creado, el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) presentó el “Genoma Humano de los Mexicanos”, investigación, cuyos frutos se convertirán en aplicaciones de la práctica médica común en un lapso de cinco a diez años.
“México tiene una gran oportunidad de aprovechar este conocimiento para controlar y combatir afecciones crónico degenerativas, padecimientos comunes y/o enfermedades infecciosas. Por eso es vital que el país tenga una infraestructura sólida en ciencia y tecnología, pues esto además de permitirle competir con naciones de primer mundo, lo podrán sacar de un atolladero serio en caso de emergencia sanitaria como sucede con la influenza”, dijo a Brake Over, el doctor Gerardo Jiménez Sánchez, Director General del Inmegen.

Los primeros pasos
Todos los seres humanos compartimos el 99% de la información genética y el 1% restante es lo que nos da nuestras características individuales. Este 1% puede ser hasta diez millones de veces diferente de un ser a otro. De ahí los colores del cabello, los tonos de voz, el género, entre otros.
Dentro del ámbito de los genetistas, estos cambios les llaman Snips que proviene de las siglas en inglés Single Nucleotide Polymorphisms que en español quiere decir Polimorfismos de un solo Nucleótido.
Estos Snips también indican la vulnerabilidad genética para el desarrollo de ciertas enfermedades. Esta variación se llama marcador y se produce dentro de un cromosoma determinado en la unión de nucleótidos específicos. (Véase infograma) Cuando un marcador se presenta en muchas personas de una misma región, los científicos tienen una prueba fehaciente para advertir de este riesgo en la salud.
Es como si le agregaran a los planos de la carretera las indicaciones precisas de donde pudieran encontrarse los hoyos. “Ahora que tenemos el catálogo de las variaciones frecuentes del genoma de los mexicanos, podemos hacer estudios para buscar los mecanismos moleculares de las enfermedades y así trazar el mapa que indicaría con precisión los puntos en los que se podría presentar un problema de salud a futuro”, indicó Jiménez Sánchez.
“Un mapa de esta naturaleza se hace de la siguiente forma: comparamos el genoma de dos mil obesos contra el de dos mil no obesos. Se escanea el genoma de ambos grupos y los datos se procesan en la computadora. Al final sabremos que marcadores se encuentran en el grupo de los obesos que no está en el de los no obesos y entonces se determinará la ubicación exacta de donde se encuentra el problema”, ejemplificó.

Snips tricolor
Existe un estudio llamado Hap Map que concentra las variaciones comunes de europeos, africanos y asiáticos, información útil pero que no es suficiente para los mexicanos. Por esta razón, en el mes de mayo de 2005 el Inmegen comenzó el proyecto del Genoma Humano de los Mexicanos, estudió que duró cuatro años y en el que se analizaron las muestras de sangre de tres mil personas de diez estados de la República, así como de cuatro grupos indígenas.
“Por una parte, adaptar los hallazgos de este estudio a la vida cotidiana será como lo que hacemos hoy en día, que con base en el conocimiento científico efectuamos conductas preventivas”, dijo el Director del Inmegen. “Hoy día nos lavamos las manos para evitar el contagio de la influenza. El día de mañana y con el código genético en la mano, se le podrá advertir a una persona que si ingiere grasas se le disparará el factor que desencadene el cáncer de estómago, además de la obesidad”.
“De manera individual y precisa se le podrá decir a las personas cuales son los riesgos que tiene para el desarrollo de enfermedades comunes como diabetes, afecciones del corazón, cáncer entre otras. También estaremos en condiciones de decirle a cada uno cuales son los fármacos y las dosis que mejor le convienen”, auguró Jiménez.
Advirtió que en un principio no todas las enfermedades podrán ser pronosticadas, sino sólo aquellas para las que la medicina preventiva y paliativa ya tienen una respuesta.
De acuerdo con lo que indicó, conforme avance la ciencia se irá ampliando el catálogo de afecciones que se puedan pronosticar y atender. Dejó entrever que esto no es un problema de laboratorio sino de ética médica.
“A usted de nada le va a servir que yo le lea su genoma y que le diga los riesgos a los que está expuesto si yo como médico no puedo hacer nada por usted y además su presupuesto económico no ayuda de mucho. Sería hasta cruel y lo único que ganaríamos sería que usted viviera con la ansiedad e incertidumbre de lo que le pudiera pasar”, comentó el doctor Jiménez Sánchez.

Expectativas
A nivel internacional, la genómica ha sido el gran despunte del siglo XXI y ofrece oportunidades de cambio y mejoraras para el XXI, en lo particular para la salud y esto repercute directamente en la economía.
El Director del Inmegen expresó que a México le toca decidir en qué áreas invertir y que de elegir ésta le permitiría controlar mejor los problemas de salud pública que ya se viven, además de que el país estaría facultado para tener respuesta inmediata ante emergencias sanitarias. “En Japón hay un alto índice de hepatitis B y los nipones acaban de encontrar el gen que los hace vulnerables a este virus. Con esta información podrán hacer programas de salud pública y revertir el problema”.
“A nivel global se está viviendo un nuevo orden económico en el que sólo compite y sobrevive el que genere conocimiento. ¿Cuál? Hay alrededor de diez áreas y las punteras son: genómica, proteómica e informática”, afirma el doctor Jiménez Sánchez.
Japón, Estados Unidos, Inglaterra, tienen una infraestructura científico-tecnológica sólida en la que anualmente invierten más del 1% del Presupuesto Interno Bruto (PIB).
En contraste, los logros de la ciencia mexicana se consiguen con el 0.4%, “presupuesto que no ayuda mucho, pues se necesita una inversión más grande y sostenida, así como de más recurso humano calificado. Sólo así tendremos oportunidad de competir con las naciones industrializadas en cualquier ámbito de la ciencia”, concluyó el doctor Gerardo Jiménez Sánchez.

¡Atención científicos emprendedores!
El mercado de la genómica está creciendo exponencialmente, circunstancia que evidencia la revolución que viven las Ciencia de la Vida hacia la atención de la salud de una manera personalizada, predictiva y preventiva.
Por esta razón, la Incubadora de Empresas del Inmegen apoya a los científicos mexicanos a encontrar mejores oportunidades de negocio genómico para que en el mercado nacional e internacional puedan promover sus productos o servicios.

Contacto: MBA. Mauricio Ulloa Suárez
Tel: 01-55-5350- 1926
Correo electrónico: incubadora@inmegen.gob.mx

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